miércoles, 20 de enero de 2010

Auto maldiciones.

Las malas palabras, te maldicen es por eso que cada lunes te digo se libre por la palabra.
Cuando hablas malo… Mal-dición.
Cuando hablas bueno… Ben-dición.
Cuando insultas a tus hijos, tu conyugue, cuando no podes parar de murmurar, cuando envidias lo que otro ha alcanzado, estás maldiciendo, la única manera de librarse es cambiando nuestro diccionario, arrepentirse.
Porque toda naturaleza de bestias, aves y serpientes y de seres del mar se doma y ha sido domada por la naturaleza humana, pero ningún hombre pude domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
Con ella bendecimos al DIOS y PADRE y con ellas maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de DIOS, de una misma boca proceden bendición y maldición, hermanos míos esto no debe ser así.
¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?, hermanos míos pude acaso ¿la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente pude dar agua salada y dulce. Stgo: 3-7-12
Os eh puesto delante la vida y la muerte la bendición y la maldición; escoge pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia. DT: 30-19.
Escoge la vida, la buena vida sin palabras tóxicas, así como el cigarrillo, tapa año a año cada vez más los pulmones de quién los consume, así las malas palabras contaminan cada vez más tu vida hasta dejar tu corazón entenebrecido, y endurecido.
Elige ser: "LIBRES POR LA PALABRA"

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